miércoles, 31 de octubre de 2012

AMILCAR OSORIO


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AMILCAR OSORIO



STANZA

parece que ante fue un garaje a donde vinieran
los carros a dormitar, parece que antes fue una
floristería de flores venenosas y dispersas. Parece
que antes también fue una botica de cosméticos
o algo por el estilo.
pero, en realidad, fue la morada de algunos pétalos,
de palabras inciertas, regalos y amores indecisos
todos.
parece que ahora es algo así como un recuerdo,
como algo que se alquila o se venera.
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CUERPO CELESTE

Con aplicación reverente
va fundando besos
por todo mi cuerpo:
aquí uno frio y rápido
como un Aldebarán apagado,
aquí uno más ardiente, Betelgeuse,
aquí un mordisco, aquí una luna,
aquí otro y otro aquí, asteroides,
aquí las Pléyades, y en el pecho
la vagante supernova,
una binaria azul en las caderas,
uno de cráteres abiertos en la boca,
cúmulos estelares en la frente,
hasta convertirme en la equivocada
constelación de la Medusa
fija en el firmamento de esta noche.
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DEL LADO DE LOS SUEÑOS

esta noche, la noche ha pasado su buen rato
recorriendo las avenidas desoladas,
visitando el purulento río
que parte la ciudad como su tajo de podre:
incógnita e indiscreta ha subido
las turbias escaleras que conducen
a hoteles y residencias donde los pederastas
hacen el amor con los muchachos;
impúdica y con aire despreocupado
se ha ido por callejones de cuchillos,
por crudas luces que caen a las calles
como empujadas desde las cantinas
y los lupanares de gritos recedidos.
Esta noche, en tanto, yo me he ido yendo solo
por las encrucijadas del lado de los sueños,
alejado de los sobresaltos, por un mundo
muelle y quieto, cercano e impalpable,
por unos estanques de luz sin precedentes,
por unos giros desconocidos y vagos,
para caer, de súbito, al amanecer,
entre sus brazos de aurora boreal.

martes, 30 de octubre de 2012

Raúl Henao con Neruda en el corazoncito


 

Raúl Henao con Neruda en el corazoncito

Víctor Bustamante

 

Hasta última hora esperamos que el poeta Raúl Henao, desistiera de ser el oferente en un exabrupto, referirse a Las alturas de Machu Picchu, uno de los libros más blandos de Neruda, lejos del asedio stalinista o del castrisma profuso o aun más de las lágrimas de amor de sus poemas. Aun no sabemos cual es el sex-appeal que nuestro admirado y susceptible Raúl le ve a Neruda; él que siempre caminó por otras aguas poéticas de más exigencia, nunca turbias como las de su manager actual.

De Raúl siempre admiramos su independencia en un país donde la montonera política se apodera del trabajo serio de una persona, siempre lo vimos lejano de las bravuconadas y de la academia que aun duerme el sueño turbio de algo que es difícil de encontrar: un poeta verdadero y de fuste como él. Ante esos bastiones y murallas culturales siempre perduró la actitud valiosa de Raúl.

Incluso muchos de sus amigos, le cerraron el camino, sobre todo aquellos que se preciaban de ser sus compañeros de ruta. De tal manera el maestro del surrealismo se fue quedando solo, debido a su ser iconoclasta, más reconocido en el extranjero, por algo muy específico: su independencia. De tal manera Raúl nunca perteneció al Nadaismo, a lo mejor porque había mucha existencia, escándalos y una manera procaz de ver la vida, pero tampoco se enseñoreó en el grupo académico de Aquarimántima. Raúl quiso caminar solo. Las ideologías y sus sectarismos pasaron por la extrañeza, nunca le interesó ese tema político sino algo más vital: la poesía, y sobre todo el surrealismo.

Entonces es en este momento en que recordamos a Breton y su osadía, su temple intelectual del que alguna vez avizoramos que Raúl Henao iría a heredar, pero parece que solo heredó el juego vistoso de las imágenes y los sacramentos creativos surrealistas, la médula parece que Raúl muy ocupado en fabricar su ego, no la leyó, o lo peor no la recuerda o no la entendió. Es simple, el compromiso con la poesía.

Uno siempre quiere parecerse o superar a su maestro y establecer un rumbo. No sabemos si Henao recuerda este momento histórico en que Breton fue humillado por las discusiones políticas entre ese coctel explosivo: política y poesía, donde a los surrealistas se les tildaba de personas que eran poetas porque no querían trabajar.

Este pasaje de Rui Costa Pimenta nos revela esas arduas discusiones políticas y poéticas:

 

“La crisis en las relaciones con el PCF se hace sentir desde el primer momento. Breton es sometido a un verdadero inquisitorio por los dirigentes partidarios, los que quieren impugnar el surrealismo como "teoría contrarrevolucionaria". En cuanto el poeta procura pacientemente explicar los fundamentos del movimiento, queda patente que los stalinistas están lejos de tener algún interés real en una discusión honesta sobre el tema. Breton es rápidamente colocado en situaciones difíciles dentro del partido, siendo designado a una célula de los trabajadores del gas, donde su acción está cercenada de manera vejatoria. Ingresado en enero, en mayo ya no participa más de las reuniones de célula”.

“Los aparatchiks literarios del PCF, hipócritamente, abrirían una gritería contra la "falta de ética" de Andre Breton, intentando impedir la participación de los surrealistas en el evento. Solamente un acontecimiento trágico, el suicidio de René Crevel, en la víspera del congreso, intimidó a los stalinistas y permitió que Paul Eluard leyese al final del encuentro y en condiciones muy precarias, un discurso escrito por Breton donde se condenaba el pacto Stalin-Laval y la política stalinista para la cultura y el arte.

“Estos dramáticos acontecimientos sellan la ruptura definitiva de los surrealistas con los stalinistas en todos los terrenos. Después del Congreso el grupo publicará un manifiesto, redactado por Breton, que condenará abiertamente el cercenamiento del congreso, y también, del mismo modo, el retroceso político y moral de la URSS. El texto será publicado bajo el título Del tiempo en que los surrealistas tenían razón, firmado por veinticinco personas“.

 
Raúl Henao, el poeta independiente, el poeta surrealista ha traicionado sus ideales, los vació al basurero de la historia.

 

 

 

 

 

lunes, 29 de octubre de 2012

Neruda en el corazón...de Castro (2)


 

 

Guillermo Cabrera infante

Víctor Bustamante

 

Hay un libro de Guillermo Cabrera Infante, Mea Cuba, donde desnuda toda la política, interior y exterior, de Fidel Castro. Aquel que se presentó inicialmente como un político bondadoso, y luego, cuando prescindió sistemáticamente de sus amigos terminó en el poder como si fuera un mesías bíblico que no es más que el rostro oculto del tirano. Un caso sucio es la eliminación del líder popular  Camilo Cienfuegos, para citar a uno de los comandantes triunfadores, y que apenas ahora se ha develado ese asesinato por sus mismos compañeros. Algo aprendió Castro de Stalin, su verdadero maestro político a quien ha sobrepasado en duración ante la mirada expectante de sus acólitos en Latinoamérica. Incluso ya es record Guinnes no solo por los años que lleva en el poder, sino también por el número de ciudadanos refugiados en otros países, por haber destruido la economía y por ser el país del partido único.
Castro ha utilizado a los escritores para que le hagan propaganda sobre, su entre comillas vanguardia política, sólo para permanecer en el poder sin importarle la critica. Lo apoyó Julio Cortázar como un verdadero viejo verde de la política, el oportunista y cínico García Márquez que fueron sus defensores, a pesar de las noticias de que en Cuba algo no marchaba bien. Sí se opuso Vargas Llosa cuando descubrió el camino taimado del dictadorzuelo y sus políticas desalmadas.
Una larga lista de escritores han tenido que marcharse de la isla, entre ellos el gran Cabrera Infante, Carlos Franqui disidente refugiado en Italia o en Puerto Rico, Virgilio Piñera humillado y ofendido por las autoridades cubanas, Lezama Lima negado, lleno de miedo por ser católico y homosexual, Reinaldo Arenas, solo para citar algunos casos.
Durante muchos años Casa de las Américas. Al mando del comisario político Fernández Retamar, pretendió reivindicar con sus reconocimientos la labor intelectual en el continente mientras por debajo, en la propia Cuba, era imposible ser un escritor libre. Una larga lista de ellos perdura en la historia de la isla. Y si los volvemos a mencionar es porque la política cultural de Cuba, así como sus adeptos en el resto del mundo, utilizan toda cantidad de vejámenes contra la población y contra sus escritores más valiosos.
Ser crítico de la dinastía de los Castro, con su democracia representativa, entre comillas representativa, equivale a ser denominado como gusano, esquirol, enemigo del pueblo, pro-imperialista; pura parrafada donde se esconden los taumaturgos que son incapaces de criticar a los Castro y sus trescientos políticos que han convertido la isla, antes próspera, en uno de los países más obres del mundo.
Particularmente aquí en Medellín, hay una secta de castristas y nerudianos de solapa. Uno de ellos, un alcalde ingenuo y suspendido que dijo en una reunión sobre la fallida celebración de los cincuenta años de la Revolución cubana, que llevaba a Cuba en el corazón. Claro que nunca se refirió a los crímenes del comandante Castro.
Guillermo Cabrera Infante, es el escritor más representativo de Cuba en toda su historia, vivió en el exilio y tuvo el valor de enfrentarse y desnudar con sus ensayos la verdadera realidad cubana. Cuando él, mismo como director de Lunes de Revolución
sospechó hacia donde marchaba su país.


Particularmente en Colombia, las noticias sobre Cabrera Infante eran pocas, incluso en el Magazine de El Espectador que posaba de ser liberal, cuando llegó el poeta, nunca se mencionó para nada a Cabrera Infante, pero sí a muchos escritores menores. Esto mismo se repitió en muchos medios donde la izquierda, otra vez democrática, lo silenció, así como silenciaron a cualquiera que se atreviera a criticar las malas políticas cubanas.

Pero los dirigentes de la isla a través de la oficial Uneac, luego premiaron a muchos intelectuales colombianos quienes callaron ante las tropelías de estos dirigentes  contra su mismo pueblo.  La lista es larga: Jotamario, Roca, William Ospina y Fernando Rendón. Es una vergüenza poseer un reconocimiento de una tiranía a través de sus agencias culturales.  ¿Irán a referirse a una caza de brujas como el mismo refrito de siempre?  ¿O llegará el comandante y mandará a parar?
Todos los regímenes totalitarios de izquierda y de derecha, desde Somoza hasta Pinochet, desde Trujillo hasta Castro, desde Stalin hasta Franco no merecen ninguna alabanza por ningún escritor sino su repudio.
Nunca sería capaz de elogiar a un poeta que le haya cantado a ninguno de los dictadores criminales, ya sea de derecha o de izquierda. Pero en Medellín existen algunos turiferarios que nunca han sido capaces de desligarse de las dictaduras. Antes, por el contrario, han olvidado a los escritores derrotados por el poder político y su voz que aun suena valiosa, honesta y perenne como la de Guillermo Cabrera Infante.

 

sábado, 27 de octubre de 2012

Neruda en el corazon... de Castro

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Reinaldo Arenas

 

Víctor Bustamante

 

Por supuesto que no podemos olvidar los deslices de Pablo Neruda con Batista y Castro, a quienes iguala en elogios. Y como los lideres ambientalistas del  el Movimiento Poético Mundial pensaban que no recordábamos al Neruda tránsfuga, pues aquí se lo recordamos. Mientras el poeta chileno iba de congreso en congreso y escribía una poesía política de genuflexión a los dictadores y seguía con su apología del mal, en la isla el dictador con su mano férrea dirigía con su revólver a la cultura obligando que muchos de sus escritores de mas peso tuvieran que irse por una sola razón: disentir de su s discursos y de sus mentiras.

A los lideres poéticos entre comillas, coleccionistas de medallas, aun no comprendemos, como se les pasaron por sus narices las iniquidades de Stalin, y los elogios de Neruda. [o mismo que las iniquidades de Castro y los elogios de Neruda.  ¿Olvido?, ¿Mala memoria? ¿Desfachatez?

Reinaldo Arenas nació dentro del proceso de la revolución en marcha, pero fue capaz de detectar la falta de libertad en Cuba, nos habló de los ampos e concentración que allí fusionaron para reclutar a los homosexuales. Y además fue uno de los marielitos que tuvieron que irse de Cuba por ser considerados apestados.

Ha escrito un par de obras maestras Antes que  anochezca y El color del verano donde es notorio el espionaje de sus propios amigos ante las autoridades cubanas para obtener prebendas.

Arenas fustigó a la Revolución por sus prisiones políticas, por la falta de derechos humanos, por ls prisiones y los campos de concentración para homosexuales.
 

En Cuba una gran parte la población está exilada, hay prisioneros políticos y un dictador con su realeza de trescientas personas,   que hace cincuenta años se apoderó de la isla y aquí en Medellín nadie sabía nada.

 
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The Parade Ends

 " Paseos por las calles que revientan,
pues las cañerías ya no dan más
por entre edificios que hay que esquivar,
pues se nos vienen encima,
por entre hoscos rostros que nos escrutan y sentencian,
por entre establecimientos cerrados,
mercados cerrados,
cines cerrados,
parques cerrados,
cafeterías cerradas.
Exhibiendo a veces carteles (justificaciones) ya polvorientos,
CERRADO POR REFORMAS,
CERRADO POR REPARACIÓN.
¿Qué tipo de reparación?
¿Cuándo termina dicha reparación, dicha reforma?
¿Cuándo, por lo menos,
empezará?
Cerrado...cerrado...cerrado...
todo cerrado...
Llego, abro los innumerables candados, subo corriendo la improvisada escalera.
Ahí está, ella, aguardándome.
La descubro, retiro la lona y contemplo sus polvorientas y frías dimensiones.
Le quito el polvo y vuelvo a pasarle la mano.
Con pequeñas palmadas limpio su lomo, su base, sus costados.
Me siento, desesperado, feliz, a su lado, frente a ella,
paso las manos por su teclado, y, rápidamente, todo se pone en marcha.
El ta ta, el tintineo, la música comienza, poco a poco, ya más rápido
ahora, a toda velocidad.
Paredes, árboles, calles,
catedrales, rostros y playas,
celdas, mini celdas,
grandes celdas,
noche estrellada, pies
desnudos, pinares, nubes,
centenares, miles,
un millón de cotorras
taburetes y una enredadera.
Todo acude, todo llega, todos vienen.
Los muros se ensanchan, el techo desaparece y, naturalmente, flotas,
flotas, flotas arrancado, arrastrado,
elevado,
llevado, transportado, eternizado,
salvado, en aras, y,
por esa minúscula y constante cadencia,
por esa música,
por ese ta ta incesante. "

Mi amante el mar (fragmento)

" Sólo el afán de un náufrago podría
remontar este infierno que aborrezco.
Crece mi furia y ante mi furia crezco
y solo junto al mar espero el día. "



Sonetos desde el Infierno

Todo lo que pudo ser, aunque haya sido,
jamás ha sido como fue soñado.
El dios de la miseria se ha encargado
de darle a la realidad otro sentido.
Otro sentido, nunca presentido,
cubre hasta el deseo realizado;
de modo que el placer aun disfrutado
jamás podrá igualar al inventado.
Cuando tu sueño se haya realizado
(difícil, muy difícil cometido)
no habrá la sensación de haber triunfado,
más bien queda en el cerebro fatigado
la oscura intuición de haber vivido
bajo perenne estafa sometido.
(La Habana, 1972)



Última luna

Por qué esta sensación de ir a buscarte
hacia donde por mucho que vuele
no he de hallarte.
Qué terror sin tiempo ahora me impele
a por sobre tanto terror siempre evocarte.
No ha de encontrar sosiego nuestra pena
(que hallarlo sería comenzar otra condena)
y por lo mismo jamás cesaré de contemplarte.
Luna, una vez más aquí estoy detenido
en la encrucijada de múltiples espantos.
El pasado es todo lo perdido
y si del presente me levanto
es para ver que estoy herido
(y de muerte)
porque ya el futuro lo he vivido.
Ésa, indiscutiblemente, ésa es la suerte
que por venir del infierno arrostro.
Extraña amante,
sólo me queda contemplar tu rostro
(que es el mío)
porque tú y yo somos un río
que recorre un páramo incesante,
circular e infinito:
un solo grito.




Tú y yo estamos condenados

Tú y yo estamos condenados
por la ira de un señor que no da el rostro
para danzar sobre un paraje calcinado
o a escondernos en el culo de algún monstruo.
Tú y yo siempre prisioneros
de aquella maldición desconocida.
Sin vivr, luchando por la vida.
Sin cabeza, poniéndonos sombrero.
Vagabundos sin tiempo y sin espacio,
una noche incesante nos envuelve,
nos enreda los pies, nos entorpece.
Caminamos soñando un gran palacio
y el sol su imagen rota nos devuelve
transformada en prisión que nos guarece.



Autoepitafio de Reinaldo Arenas


Mal poeta enamorado de la luna,
no tuvo más fortuna que el espanto;
y fue suficiente pues como no era un santo
sabía que la vida es riesgo o abstinencia,
que toda gran ambición es gran demencia
y que el más sordido horror tiene su encanto.
Vivió para vivir que es ver la muerte
como algo cotidiano a la que apostamos
un cuerpo espléndido o toda nuestra suerte.
Supo que lo mejor es aquello que dejamos
-precisamente porque nos marchamos-.
Todo lo cotidiano resulta aborrecible,
sólo hay un lugar para vivir, el imposible.
Conoció la prisión, el ostracismo,
el exilio, las múltiples ofensas
típicas de la vileza humana;
pero siempre lo escoltí cierto estoicismo
que le ayudó a caminar por cuerdas tensas
o a disfrutar del esplendor de la mañana.
Y cuando ya se bamboleaba surgía una ventana
por la cual se lanzaba al infinito.
No quiso ceremonia, discurso, duelo o grito,
ni un túmulo de arena donde reposase el esqueleto
(ni después de muerto quiso vivir quieto).
Ordenó que sus cenizas fueran lanzadas al mar
donde habrán de fluir constantemente.
No ha perdido la costumbre de soñar:
espera que en sus aguas se zambulla algún adolescente.


De modo que Cervantes era manco

De modo que Cervantes era manco;
sordo, Beethoven; Villon, ladrón;
Góngora de tan loco andaba en zanco.
¿Y Proust? Desde luego, maricón.
Negrero, sí, fue Don Nicolás Tanco,
y Virginia se suprimió de un zambullón,
Lautrémont murió aterido en algún banco.
Ay de mí, también Shakespeare era maricón.
También Leonardo y Federico García,
Whitman, Miguel Ángel y Petronio,
Gide, Genet y Visconti, las fatales.
Ésta es, señores, la breve biografía
(¡vaya, olvidé mencionar a san Antonio!)
de quienes son del arte sólidos puntuales.
Tú y yo estamos condenados
Tú y yo estamos condenados
por la ira de un señor que no da el rostro
a danzar sobre un paraje calcinado
o a escondernos en el culo de algún monstruo.
Tú y yo siempre prisioneros
de aquella maldición desconocida.
Sin vivir, luchando por la vida.
Sin cabeza, poniéndonos sombrero.
Vagabundos sin tiempo y sin espacio,
una noche incesante nos envuelve,
nos enreda los pies, nos entorpece.
Caminamos soñando un gran palacio
y el sol su imagen rota nos devuelve
transformada en prisión que nos guarece


Epigrama
              
                    A la columnista; digo, calumnista, de un periódico
                              hispano en el estado de la Florida

Sus escritos, señora Nurka o Nurko,
más que en español están en turco.
¿El tema? Siempre el mismo: nada, nada.
¡Y al pie su horrible foto engalanada!
En eso de decir nada es usted terca
(como en lo de esparcir el venenito),
es la misma terquedad conque la puerca
año tras año nos ofrece algún puerquito.
No se puede precisar cuál es el surco
que calienta su semilla envenenada
o si cobra aquí o al lado de la cerca.
Y en esto francamente me bifurco:
¿Pues cómo puede el señor de la mesada
pagar cual río lo que es sólo una alberca?

(Nueva York, octubre de 1984)




Introducción del símbolo de la fe

Sé que más allá de la muerte
está la muerte,
sé que más acá de la vida
está la estafa.
Sé que no existe el consuelo
que no existe
la anhelada tierra de mis sueños
ni la desgarrada visión de nuestros héroes.
Pero te seguimos buscando, patria,
en las traiciones del recién llegado
y en las mentiras del primer cronista.
Sé que no existe el refugio del abrazo
y que Dios es un estruendo de hojalata.
Pero
te seguimos buscando, patria,
en las amenazas del nuevo impostor
y en las palmas que revientan buldoceadas.
Sé que no existe la visión
del que siempre perece entre las llamas
que no existe la tierra presentida
Pero
te seguimos buscando, tierra
en el roer incesante de las aguas,
en el reventar de mangos y mameyes,
en el tecleteo de las estaciones
y en la confusión de todos los gritos.
Sé que no existe la zona del descanso
que faltan alimentos para el sueño,
que no hay puertas en medio del espanto.
Pero
te seguimos, buscando, puerta,
en las costas usurpadas de metralla,
en la caligrafía de los delincuentes,
y en el insustancial delirio de una conga.
Sé que hay un torrente de ofensas aún guardadas
y arsenales de armas estratégicas,
que hay palabras malditas, que hay prisiones
y que en ningún sitio está el árbol que no existe.
Pero
te seguimos buscando, árbol,
en las madrugadas de colas para el pan
y en las noches de cola para el sueño.
Te seguimos buscando, sueño,
en las contradicciones de la historia
en los silbidos de las perseguidoras
y en las paredes atestadas de blasfemias.
Sé que no hallaremos tiempo
que no hay tiempo ya para gritar,
que nos falla la memoria,
que olvidamos el poema, que, aturdidos,
acudimos a la última llamada
(el agua, la cola del cigarro).
Pero
te seguimos buscando, tiempo,
en nuestro obligatorio concurrir a mítines,
funerales y triunfos oficiales,
y en las interminables jornadas en el campo.
Te seguimos buscando, palabra,
Por sobre la charla de las cacatúas
y el que vendió su voz por un paseo,
por sobre el cobarde que reconoce el llanto
pero tiene familias…y horas de recreo.
Te seguimos trabajando, poema,
Por sobre la histeria de las multitudes
y tras la consigna de los altavoces,
más allá del ficticio esplendor y las promesas:
Qué es ridículo invocar la dicha
que no existe “la tierra tan deseada”
que no hallarán calma nuestras furias.
Todo eso lo sé.
Pero te seguimos buscando, dicha,
en la memoria de un gran latigazo
y tras el escozor de la última patada.
Te seguimos buscando, calma,
en el infinito gravitar de nuestras furias
en el sitio donde confluyen nuestros huesos
en los mosquitos que comparten nuestros cuerpos
en el acoso por sueños y aceras en el aullido del mar
en el sabor que perdieron los helados
en el olor del galán de noche
en las ideas convertidas en interjecciones ahogadas
en las noches de abstinencia
en la lujuria elemental
en el hambre de ayer que hoy hambrientos condenamos
en la pasada humillación que hoy humillados denunciamos.
en la censura de ayer que hoy amordazados señalamos
en el día que estalla
en los épicos suicidios
en el timo colectivo
en el chantaje internacional
en el pueril aplauso de las multitudes
en el reventar de cuerpos contra el muro
en las mañanas ametralladas
en la perenne infamia
en el impublicable ademán de los adolescentes
en nuestra voracidad impostergable
en el insolente estruendo de la primavera
en la ausencia de Dios
en la soledad perpetua
y en el desesperado rodar hacia la muerte
te seguimos buscando
te seguimos
te seguimos.

REINALDO ARENAS (Cuba, 1943 – 1990)

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viernes, 26 de octubre de 2012

Neruda en el corazón...de Stalin (4)





Alexander Solzhenitsyn


Cuando leí el Archipiélago gulag de Alexander Solzhenitsyn, nunca creí que la bajeza humana hubiera ocurrido en un país donde, en apariencia, se construía una nueva esperanza. Ahí comenzó el derrumbe sobre las ideologías y una reflexión sobre el totalitarismo.
Por esa razón no pensé que nunca un gran poeta fuera capaz de entregar loas a un personaje siniestro. Los criminales no tienen ningún derecho a asesinar en nombre de un mundo mejor.
La poesía es la encargada de recordarlo, no de ocultar lo que hay que señalar. Hay una responsabilidad ética, para poder decir: yo sé esto y no puedo callarlo.


jueves, 25 de octubre de 2012

Neruda en el corazón de-... Stalin (3)


                                                                 Isaac Babel


Y NADIE NI LOS POETAS DEL MOVIMIENTO POÉTICO MUNDIAL Y NI NERUDA NI SUS FANS DE MEDELLÍN LO SABÍAN.

 
Errores del estalinismo
La tragedia de Isaac Babel
 
Lisandro Otero
Ningún escritor soviético sufrió tan intensamente las contradicciones entre el poder político y los desajustes de la utopía en marcha como Isaac Babel. "Caballería roja", su libro fundamental, salió publicado en 1925, tras su experiencia en el Primer Regimiento de cosacos del general Semyon Budyonny, al cual se incorporó en 1920. Pero su experiencia literaria se había iniciado en 1916, cuando comenzó a colaborar en la revista literaria "Letopis", que dirigía Gorky, quien fue su mentor inicial y protector político, desde entonces.
Babel aprendió a escribir de manera sucinta, condensando sus experiencias en cápsulas muy bien balanceadas. Cada uno de sus cuentos era reescrito una y otra vez. Algunos los llegó a rehacer hasta un centenar de veces. Se apasionaba con lo que hacía. Confesaba que cuando no podía perfeccionar una oración le entraban palpitaciones cardiacas. Un pasaje de quinientas, o mil, palabras podía llevarle hasta un mes para concluirlo. Escribir era para él tan angustioso como escalar una afilada escarpa, le confesó a Paustosky, ganando cada metro con una trabajosa ascensión.
Babel le dijo a su colega y amigo, que no tenía imaginación, era incapaz de inventar nada; necesitaba autenticidad, tenía que nutrirse con incidentes reales que luego iba transformando. Presenciaba situaciones extremas de la conducta humana y las recogía fielmente para luego convertirlas en literatura. Su olfato especial consistía en saber seleccionar adecuadamente sus muestras de vida.
Desde el primer instante, tras la Revolución, Babel colaboró como propagandista para ROSTA, la agencia de noticias del Estado, que luego se convirtió en TASS, y para el periódico del Ejército Rojo. Fue colaborador de la Cheka y amigo personal del sanguinario Yagoda. A Mandelstam, que le reprochaba esta actitud, le dijo que deseaba estar cerca del "olor de la muerte".
En 1928 Budyonny le acusó de haber mentido sobre los cosacos del Primer Regimiento. "Distorsiones de un autor erotomaníaco", fue una de las imputaciones, "visión pequeño burguesa"... desvaríos de un judío demente", se le inculpó. Nunca estuvo en combate, según Budyonny, siempre se mantuvo en la retaguardia. Una vez más la defensa de Gorky logró extender un manto de inmunidad, pero a partir de entonces Babel entró en un silencio casi total del cual emergió, transitoriamente, en 1934, al celebrarse el Primer Congreso de Escritores Soviéticos, donde pronunció una loa a Stalin en una de las sesiones..
 En 1935 se atrevió a escribir una obra teatral, "Mariya", que fue denunciada y retirada de los teatros. Elaboró un guión de cine, con Eisenstein, que no pudo pasar la censura y hubo que desistir del proyecto. Pero Babel no dejó de viajar dentro de Rusia y continuó escribiendo cuentos que nadie publicaba. Gorky siempre le protegió pero al morir, en 1936, Babel supo que comenzaban los tiempos más duros para él.
 En mayo de 1939 fue arrestado en su villa de Peredelkino, la aldea de los escritores.
Le pidió a Antonina que le avisara a su amigo, André Malraux, de lo que ocurría. Una de las acusaciones fue de espiar para la inteligencia francesa, para la cual había sido reclutado por Malraux. Ahora se sabe que le ocuparon quince manuscritos y dieciocho libretas de notas que se han perdido para siempre, entre ellos una novela terminada, "Kolya Topuz", y un libro de narraciones, listo para ser publicado: "Nuevos cuentos".
 Ya en prisión trató de ganar indulgencias pidiendo que le permitieran escribir una novela donde describiría "el camino que le llevó a cometer crímenes contra el Estado soviético". Babel fue encerrado en una celda de la Lubyanka donde le hicieron confesar que había entrado en contacto con trotskistas durante sus viajes al exterior y que se sintió atraído hacia los enemigos de su país. También adujo que su "Caballería roja" era una obra que expresaba un estado de ánimo y no era "lo que estaba ocurriendo en la Unión Soviética, de ahí su énfasis en la crueldad de la Guerra Civi l. También confesó haber entregado información a André Malraux sobre la colectivización agrícola. Finalmente admitió haber sabido de un complot para asesinar a Stalin y a Voroshilov.
 El juicio de Isaac Babel tuvo lugar el 26 de enero de 1940 en la oficina de Laurenti Beria, el sucesor de Yagoda. Duró veinte minutos. Por las actas, que ahora se conocen, se sabe que sus últimas palabras fueron: "No soy un espía. Nunca permití ninguna acción contra la Unión Soviética. Me acusé falsamente y me forzaron a acusar a otros. Solamente pido una cosa: ¡déjenme terminar mi trabajo!". A la una y media de la madrugada fue ejecutado.
Rebelión
 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Neruda en el corazón... de Stalin (2)



Osip Mandlestam




Neruda en el corazón... de Stalin (2)

A la memoria de los poetas asesinados

Desde la eternidad, quienes homenajean a Pablo Neruda poeta adicto a dictadores y genocidas, sabrán que la historia no es un basurero sino el letal señalamiento con su dedo sangriento a quienes prohíjan este tipo de eventos.
Allí en primera fila estarán sentados con su palabra derrotada y con la vileza de los asesinados, Osip Mandlestam, Isaak Babel, y los cuarenta millones de soviéticos muertos en la era nefasta de Stalin.
Y NADIE NI LOS POETAS DEL MOVIMIENTO POÉTICO MUNDIAL Y NI NERUDA NI SUS FANS DE MEDELLÍN LO SABÍAN.
Quien celebra a un poeta, como Neruda, que le escribió poemas a genocidas, no tiene espíritu libre y está cohesionado por el odio al espíritu crítico y de libertad.
Lamentamos que poetas de nuestra generación se embarquen en este tipo de celebraciones que envilecen la actitud y actividad poética., ya que uno celebra poetas nobles.
Qué vergüenza que esto ocurra en Medellín.
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Estado Mayor del Neonadaismo
En réquiem permanente como homenaje a los poetas 
a sus pueblos masacrados por el fascismo de izquierda.

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...
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Epigrama contra Stalin

 Osip Mandlestam

Vivimos sin sentir el país a nuestros pies,
nuestras palabras no se escuchan a diez pasos.
La más breve de las pláticas
gravita, quejosa, al montañés del Kremlin.
Sus dedos gruesos como gusanos, grasientos,
y sus palabras como pesados martillos, certeras.
Sus bigotes de cucaracha parecen reír
y relumbran las cañas de sus botas.

Entre una chusma de caciques de cuello extrafino
él juega con los favores de estas cuasipersonas.
Uno silba, otro maúlla, aquel gime, el otro llora;
sólo él campea tonante y los tutea.
Como herraduras forja un decreto tras otro:
A uno al bajo vientre, al otro en la frente, al tercero en
[la ceja, al cuarto en el ojo.
Toda ejecución es para él un festejo
que alegra su amplio pecho de oseta.

- Trad. por José Manuel Prieto

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Noviembre de 1933
Sobre un poema de Osip Mandelstam


Por José Manuel Prieto


A Osip Mandelstam le costó la vida un epigrama contra Stalin. José Manuel Prieto reconstruye ese terrible capítulo del totalitarismo al presentar esta traducción, comentada verso por verso, de la célebre sátira.

I

En 1996 el historiador Jean Meyer, que por aquel entonces daba los toques finales a su libro Rusia y sus imperios, me pidió que le tradujera del ruso un poema del poeta Osip Mandelstam (Varsovia, 1891-campo transitorio de Vtoraya Rechka, cerca de Vladivostok, 1938). La perestroika estaba todavía cerca y yo había recién publicado una traducción del Réquiem de Anna Ajmátova, uno de los más importantes poemas políticos del siglo XX. El poema que Jean Meyer quería incluir en su libro era el muy conocido “Epigrama contra Stalin”, que empieza con el verso: “Vivimos sin sentir el país a nuestros pies”. Como cualquiera que hubiera vivido en Rusia en aquellos años de fines de los ochenta y principios de los noventa yo conocía muy bien el poema y en más de una ocasión lo había recitado en voz alta, admirado por sus indudables cualidades formales, en particular el verso inicial: My zhibiom pod saboyu nie zhuya strani, palabras de una fuerza casi mágica. Del poema no existía ninguna versión en castellano y la versión en francés que aparecía en el recién publicado libro de Vitali Shentalinski, De los archivos literarios de la KGB, era tan pobre comparada con el bellísimo original ruso que de inmediato comencé a traducir una variante más satisfactoria en el margen de la página. En mi traducción improvisada busqué captar el encanto del poema y a la vez conservar la severa gravedad de sus versos. Trabajé varios días en una versión que Jean Meyer terminó incluyendo en su hoy día muy celebrado libro y que luego clavé sobre mi escritorio. El poema le había costado la vida a Mandelstam y escribirlo había sido un acto de increíble valentía, de arrojo, o más bien de integridad artística. Por años no he dejado de pensar en él, de leer todo lo referente a su creación y más que nada a la reacción terrible de su destinatario. Tan sólo una cosa no me dejaba en paz: a pesar de que lo había traducido con el mayor esmero y paciencia, no había quedado del todo satisfecho con el resultado. El poema no terminaba de cuajar en español, parecía una copia muy pálida del original tan bello y potente, como cincelado en ruso. Esto es porque a diferencia de la obra de un poeta como Joseph Brodsky, a quien también he traducido in extenso, la poesía de Osip Mandelstam es de una concentración asombrosa, poco discursiva. De ahí que me sea virtualmente imposible traducir de manera satisfactoria todas las sonoridades, la riqueza de muchas imágenes que no logran caer o encajar totalmente en la lengua de llegada, el castellano en este caso. En la operación se pierde el aura de significados y alusiones que rodea cada palabra en la versión original, absolutamente transparente para el lector en lengua rusa. Como si de todo un árbol sólo lográramos transplantar las ramas más gruesas y todo su follaje, verde y cambiante, quedara en el territorio de la otra lengua.

Estaba el hecho, además, de que el poema es rimado, como casi toda la poesía rusa, pero escogí verterlo en verso libre escarmentado por los fallidos intentos de tantos traductores que, con más buena voluntad que pericia y con una idea a mi modo de ver equivocada sobre cómo traducir poesía rimada, elaboran versiones que difícilmente funcionan en castellano. En cualquier caso, terminé publicando aquella versión y recibí muchos elogios. Pasaron los años, más de diez y no había vuelto a leer mi versión del epigrama hasta fecha reciente, con vistas a incluirlo en una Antología personal de la poesía rusa que estoy preparando. Tras una atenta relectura no creí posible cambiar ninguna de las soluciones que en su momento hallé para su traducción pero sí consideré pertinente añadirle unos comentarios que buscan transmitir al lector ese halo de significado del que hablo más arriba. He creído además importante y hasta necesario aportar una relación detallada de las circunstancias históricas que rodearon su creación, algo totalmente necesario dadas la personalidad de su creador, la naturaleza del poema en cuestión y las terribles consecuencias que terminó acarreándole.

Una última cosa antes de pasar al poema y a los comentarios: como ya dije, en Rusia se le conoce como el “Epigrama contra Stalin”, un nombre que algunos consideran desacertado porque supone una disminución de su importancia. Según algunos, este nombre se trató de una maniobra de los amigos de Mandelstam (entre otros, Boris Pasternak) para equipararlo a esas pequeñas piezas de ocasión que buscan zaherir, satirizar, y que hallaron su máximo exponente en Marcial, el poeta latino del primer siglo después de Cristo.

Descrito por un crítico como las dieciséis líneas de una sentencia de muerte, es quizá el más importante poema político del siglo XX, escrito por uno de sus más grandes poetas y contra el que fue, bien podría afirmarse, el más cruel de sus tiranos.
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(Letras Libres)




viernes, 19 de octubre de 2012

Neruda en el corazón... de Stalin



Neruda en el corazón... de Stalin
Víctor Bustamante
Hay un libro de Neruda, “Veinte poemas de amor y una canción desesperada“, que fue, y es, uno de los libros más leídos; este libro agarra con esa perversidad del amor adolescente que se muere si una mujer te deja. Sobrecoge, y cada que se lee encuentra uno momentos definitivos y algo esenciales, Neruda todo lo que tocaba lo convertía en poesía, así lo han definido muchos de sus amigos. Después hay un intento de leer otros de sus libros “La barcarola“, “El hondero entusiasta“ y “Residencia en la tierra“ pero ya no existe ese fervor, se hace melosa su manera de escribir. Y no podemos quedarnos en la adolescencia poética: muchas imágenes bellas y poco trasfondo, pocas ideas.  De tal manera es necesario abrir otras puertas, otros abismos. Claro que me refiero a las indagaciones personales no a los poetas de la comodidad y los bizcochitos del éxito.
A esa afición por su poesía se le añade otro libro de memorias: “Confieso que he vivido“, donde el poeta habla fragmentariamente de su vida, esbozo de una autobiografía promocional donde él cuenta lo que le interesa: su egolatría. Allí los personajes, con quienes conversa y visita, son de  relevancia a nivel internacional. Entonces ocurre algo, busco su estadía en Colombia con uno de los que se llaman, entre comillas, grandes amigos, Ciro Mendía, no lo menciona, a pesar de que Ciro añade, en una crónica, que Neruda vivió en su finca de Caldas unos dos o más meses, y se bañaba desnudo en la piscina, y que además allí escribió su diatriba a Laureano Gómez. Pero a Neruda parece que le diera amnesia, no lo menciona para nada, entonces, poco a poco, uno cae en cuenta que la intención de éste es auto fabricar su imagen junto a personas importantes del mundo y sobre todo con poder. Desde ahí ese libro adquiere ese tono falso que se va a cristalizar en otro libro de memorias publicado de una manera póstuma: “Para nacer he nacido“.
He mencionado fabricar su imagen, y ahí descansa toda la dimensión del propio Neruda: dedicar parte de su vida para aparecer como una persona intachable, un líder de los pobres del mundo, un emblema para los desposeídos. Pero esta es una de sus fachadas, ya que hay muchos Nerudas que poco a poco fueron apareciendo. El primero que me llamó la atención fue el gran Gombrowicz, quien alguna vez lo observó en un hotel lujoso, con todos los fastos del poder, lo cual hacía tabla rasa de sus verdaderos motivos ideológicos que le servían solo como mascarón de proa. Entonces Neruda fue cayendo en esa serie de intelectuales definidos como publicistas del comunismo del cual era uno de sus líderes a nivel mundial, y así junto a sus memorias observamos que Neruda solo le interesa Neruda y la publicidad para su acervo político-intelectual.
También están las fotos, que ya son historia, Neruda con gorra y ruana caminando por la pista del Estadio Nacional de Chile de la mano de Allende. Ese estadio que se convertiría en prisión para los militantes de izquierda y donde los militares tantas personas ajusticiaron, incluso al gran Víctor Jara, luego están las dolorosas fotos del saqueo a Isla Negra, casa del poeta, y la sorprendente manera de una dictadura masacrar a su pueblo.
Pero el trasfondo apareció poco a poco, y la figura de Neruda comenzó a derrumbarse. Para algunos, de un escritor, solo interesa su obra lo demás es parte de la cotidianidad, algo que se puede olvidar. No, no creo que un crítico justifique esto, en un poeta. En un escritor prima la comunión entre vida y obra. Un poeta que escribió unos versos tan sugestivos, unos poemas tan fuertes e intachables llenos de toda la derrota y de la melancolía del amor no podía apartarse de esa imagen. Neruda sí lo hizo, y esos versos escritos con tanta desazón y lágrimas  crean esa dualidad; es algo oscuro del poeta que lo dejan en ruinas en cuanto a su concepto y ética personal: Uno no se explica como escribió “Canto a Stalingrado” y la “Oda a Stalin”.  No fue un acto valiente, no fue capaz de tener cordura. Ya que Stalin, si se mira el espejo negro de la historia posee el mismo carácter de Hitler, fueron un par de genocidas de sus propios pueblos y sedientos del imperio del mal.
El nunca ingenuo Neruda dice, en su “Oda a Stalin”:
“Y allí velamos juntos, un poeta,
un pescador y el mar
al Capitán lejano que al entrar en la muerte
dejó a todos los pueblos, como herencia, su vida.”
Por supuesto olvidó, como el Padrecito Stalin había sido el culpable de asesinar millones de rusos. Nada menos que Neruda lo que realiza es una apología a la maldad. Lo que parecen olvidar quienes lo homenajean.
Pero la historia de los que se alardean de ser emblemas de los desposeídos del mundo, nunca podrá tapar esas ejecuciones sucias. Es inexplicable como Neruda le escribió esos textos a Stalin donde lo eleva a  la calidad de dios en el empíreo del comunismo, pero también es cierto que hay frases de algunos militantes que lo justifican: era necesario esa insidia e insania para cambiar el rumbo de la historia. Esas palabras aun se suelen escuchar por ahí para santificar a esa miríada de asesinos. De esa manera la historia nunca los absolverá.
También los biógrafos de Neruda le han fabricado otra imagen para que su poesía prevalezca sobre sus pilatunas políticas, le han escondido al público las verdaderas hazañas del poeta para alabar  otros dictadores. Veamos:
“Neruda representó como diplomático en Asia al gobierno dictatorial del conservador Carlos Ibáñez entre 1927 y 1931, para después servir en Argentina y España a Arturo Alessandri, otro líder populista muy lejano ideológicamente de él. Años después expresó su apoyo a Mao Tse Tung, y aun brindó con éste y con su silencio ante los crímenes en China“. (1)
Pero cuando se lee “Confieso que he vivido”, es el idilio total, un poeta disfrutando del mar Pacífico, rodeado por el paisaje de las regiones remotas del mundo, claro que Neruda nunca iría a contar de qué manera fue a parar allí como diplomático.
Alabó a Batista de una manera grosera, para después hacer lo mismo con Castro. A quien alabó con su  libro “Canción de gesta”, siempre Neruda estaba dispuesto a sacrificar su poesía para atesorar dictadores, de ahí al elogio del mal hay otro paso. Neruda siempre lo dio sin tapujos, no en bien de la humanidad sino en bien personal. Cuando el caso vergonzoso de Castro hacia el poeta Heberto Padilla y “su autocritica”, y la actitud de Neruda es de una grosería lamentable.
Ya sabemos porque Nicolás Guillen no soportaba a Neruda, por traidor, aunque Neruda decía que este envidiaba su poesía. Guillen songo sorongo sabía de estos artículos de alabanza de Neruda a Batista.
“El texto publicado el 27 de noviembre de 1944 en el diario oficial comunista El Siglo con el título 'Saludo a Batista. Palabras de Pablo Neruda en la Universidad de Chile'.  Neruda afirma: "Otra hora ha llegado al mundo, la hora del pueblo, la hora de los hombres del pueblo, la hora en que Batista se confunde con los héroes populares de nuestra época, Yeremenko, Shukov, Cherniakovsky y Malinovsky, que hoy golpea y deshace las puertas de Alemania, los guerrilleros de España y de China, Tito y la Pasionaria. A Batista, en esta hora que también, por desgracia, se ha caracterizado por incubar traidores y cobardes, lo ponemos en el marco de los americanos totales".
Y sigue: "Batista, como hombre del pueblo, ha comprendido mejor que muchos demagogos el papel de los intelectuales, y honra a toda América (…) Los chilenos damos hoy la mano a Fulgencio Batista… Saludamos en él al continuador y restaurador de una democracia hermana". Y así todo,  hasta definir a Batista como libertador, uno de los grandes "que han ayudado a que su fulgor nos ilumine en el camino de la libertad y de la grandeza de América". (2)
Ahí está el Neruda dominado por ese concepto, ser un intelectual que se balancea como un péndulo para mantenerse erguido en su pasión política. Luego, como he comentado, sin ruborizarse sería castrista.
Ahora muchos vates con bate que nunca combaten sino que son poetas de escritorio  con todo el peso que da, no su ingenuidad sino su  perversidad, escamotean las hazañas nerudianas, para elogiar lo que ellos llaman lo “telúrico americano”, pura fantasía. No creo que le celebren las lágrimas de “Los veinte poemas de amor y una canción desperrada” por que son poemas para adolescentes, y ellos, de ninguna manera se le acercan en su dinámica poética. No sé si le celebran esos poemas sucios,  despreciables como la “Oda a Stalin“o “Canto a Stalingrado“ o “Nuevo canto de amor a Stalingrado“  o “Canción de gesta“ dedicada al dictador más sangriento y  duradero en toda la historia de Latinoamérica.
“En el Boletín de Sesiones del Senado de Chile se recogen los discursos parlamentarios de Neruda en 1945. En uno de ellos, Lenin es el “gran genio de este siglo”. Otro discurso, del 5 de junio de 1946, en un homenaje al líder soviético Mikhail Ivanovich Kalinin, dice fue “hombre de vida noble”, “gran constructor del porvenir”, que personificó un hijo del pueblo, un gran capitán de la causa popular, un gran estadista, el gran patriota de una noble nación y un gran bolchevique. “Su recuerdo –concluye Neruda– permanecerá como un ejemplo de acción, de abnegación, de pureza y de lucha para todos los defensores del pueblo, en todos los países de la tierra”.
Pero todo esto que afirma Neruda cabría preguntárselo a los más de cuarenta millones de muertos por la dictadura estalinista, a los del Gulag, o a las decenas de miles de prisioneros polacos masacrados a sangre fría el 5 de marzo de 1940 en el bosque de Katyn, cerca de Smolensk, tras la orden expresa de ejecución firmada por ese héroe de Neruda –Kalinin– y su otro tirano favorito –Stalin–“. (3)
 También Pablo Neruda mentó la madre por ser "cómplices franquistas", a  los españoles que no lucharon en el bando republicano, incluidos poetas tan honrados como Dámaso Alonso o Gerardo Diego.
Ahí están pintados esos llamados intelectuales vacíos de reflexión y rebelión, como Neruda quien vivió y ambicionó todo el poderío de la nomenklatura en diferentes periodos políticos sin ninguna enmendadura de su parte.
No sé el Movimiento Poético Mundial a cual de los rostros del poeta celebra, porque la obra de un escritor es una sola, indiscutible y noble, donde los instantes luminosos nos sorprenden y donde su parte sucia nos deja en ascuas y en mitad de la carretera y desdice del escritor.
A Borges nunca le dieron el Nobel por ensalzar a Pinochet, a Neruda se lo dieron a pesar de alabar a alguien comparable a Hitler, Stalin, esa bestia negra, genocida, de la historia que coayudó como Castro, también alabado por Neruda, a destruir el legado de Marx.
Y sigue Neruda para la posteridad de cantarle al mal:
Stalinianos. Llevamos este nombre con orgullo.
Stalinianos. Es esta la jerarquía de nuestro tiempo.
En sus últimos años la paloma
La Paz, la errante rosa perseguida, se detuvo en sus hombros
y Stalin, el gigante, la levantó a la altura de su frente.
Así vieron la paz pueblos distantes.
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Bibliografía:
1, 2 y 3 Acereda,  Alberto. Textos escondidos de Pablo Neruda