miércoles, 29 de junio de 2011

LEON GIL

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LEON GIL
Víctor Bustamante

El primer poema que leí de León Gil se llama “Nigthmares” que aparece en su libro El Huerto de Van Gogh; me impresionó la fuerza y la escritura diferente a lo que se escribía por estos pagos donde pastaba el mal surrealismo o donde el iconostasio de los falsos militantes hacía insoportable la poesía. Ebrio, esa lectura me hechizó y aun ese poema me hechiza. En este libro León Gil interroga, subvierte, homenajea, da giros pero siempre está presente Van Gogh. Es como si le hiciera un homenajee al pintor que quemó su vida, espíritu en llamas, con su peculiar definición de su presente, que era su arte: pintar su mundo de otra manera, que es a la final lo que vale de un artista, no la simulación.
No sé qué le ha impresionado de Van Gogh a León, es más he olvidado preguntárselo, pero creo que es ese vaciamiento interior el que los une. No en vano, cuando uno escribe algo sobre alguien es nada menos que el deseo de decirle que existe algo que lo acerca a él, ya sea un poema, unos poemas: su arte. Al fin de cuentas esa actitud es lo que hace contemporáneo a un poeta.
También en este libro se inicia una peculiar manera de León escribir, podría, decir, monotemática, es decir ahí el poeta interroga hasta la saciedad sin saciar su sed, un tema ya que lo mismo hará con Ecce Infans, donde los niños están presentes. En esa actitud no creo que haya un ciclo cerrado, porque se trata de un sello muy personal, donde León llega a Cantata de la lluvia, donde León recrea, vive, se pregunta, juega y merodea sobre algo tan normal en apariencia, pero que nos llena de regocijo como es la lluvia.
León también ha escrito un libro diverso Coctel para la mesa tres. Para algunos lectores es un libro caótico, un libro donde él colocó de todo, pero al final de cuentas el poeta es dueño de su todo, que son sus poemas. Aquí hay rebeliones, sandeces, poemas altos, pero ya veo que no es caótico, sino que lo caótico es el mundo con sus sandeces, con sus altos comentarios y sus bajos pasos. Ah, los fingimientos característicos de algunos poetas. León no finge, aquí se explaya. De ahí que, en este texto, esté el verdadero León, su substrato, la esencia de su poesía.

Esta conversación y esta lectura de poemas fue realizada en una manga de El Chagualo, lugar de peregrinación en otros tiempos y con otros sentires, cerca de la Universidad de Antioquia. Aquí León nos enseña una faceta de su creatividad, de sus caminos trazados, de su vivencia por la poesía y sobre todo de su trasparencia como amigo.
Son tres fragmentos de una tarde de junio junto a Gustavo Zuluaga y la camarógrafa Rosario Ossa. Por fortuna no había la demagogia y el embuste de un público que atestiguara la peculiaridad de la poesía de León Gil, sino nuestra secreta admiración.
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Poemas
de
León Gil
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De Del huerto de Van Gogh (1990):
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NIGHTMARES

Es asombroso despertar
volver a los salones cotidianos
mirarse en los espejos de la luz
y no encontrar
el rostro hecho jirones
por el combate infernal
con las nictálopes
yeguas de la noche
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COSMOGONÍA

En un instante se decide
eternamente el universo
y en un átomo
se resuelve el cosmos
Sin embargo
las mariposas y las flores
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PESCADOR DE SOLES

                              Que nadie toque este
                                     sol delicado
                                     en cuyo ojo sombrío
                                     alguien vigila.

                                                              Thomas Merton


Ah, mi querido y descabellado y descabezado y desorejado
Vincent Van Gogh
cómo diablos no se te ocurrió pensar
que no se puede ser un gran pescador de soles
sin arriesgar a la vez con ello
por lo menos una mano la fortuna el amor o una oreja…

Con lo peligroso que es lanzar arpones
contra los dragones del cielo

Y tú
        temerario
                        alucinado
                                        compulsivo
                                                           casi loco
persiguiendo a los astros día y noche
por el cielo
                  por el mar
                                   y por la tierra

para después salir por ahí
con los bolsillos llenos de soles
o disfrazado de constelación
con 12 estrellas prendidas en un sombrero…

¡Abusando del fuego sacro!
sabiendo perfectamente
que frente a él
todas las alas y todas las manos
resultan ser de cera

Pobre Ícaro
has atrapado al sol
y el sol te ha  abrasado

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VANGOHIANA

A sus 37 años, el pintor
pinta como un loco y como un niño
                                  sin ser niño
y se retrata como filósofo o anciano
                                 sin ser viejo

Proscrito de todos los paisajes
del mundo y de la vida:
estéril perdido y sin chance

¿No recuerda que en los últimos 6 meses
ha fustigado y cometido más de un centenar y medio
de telas, dibujos y grabados,
y recuerda que en toda su vida ha vendido sólo un cuadro?

Cada tarde, después de arar y segar los campos
de luz girasoles de-lirios y trigales
se pinta el alma de luminosos alcoholes
se mete entre los cómplices espejos de la noche
y dándose una efusivas palmaditas en la cara
se dice:

Pero vamos, muchacho,
si no has cambiado nada
parece que fue ayer
la última vez que te vi ebrio
cantando en las esquinas con tu amigo
y acariciando a tu chica en el parque
ebrio como un dios
creando y recreando el mundo a tu paso

¿Es necesario decir, que sólo ha entonado en manicomios
delirios y aullidos con enajenados y fantasmas
y que para ver por un instante
a su amada Catherine
se asó una mano sin lograrlo?

Escribe cartas de náufrago a su hermano
y a veces en su islote requiere con urgencia
el fuego húmedo de cualquier “puta barata”

Cada mañana, al despertar
los espejos severos y prosaicos del día
le presentan a un hombre diluido
seco y oscuro
como un charco de obsidiana
y extraño

Más extraño
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De Ecce Infans (textos de Infancia), 1996

                           2

Teníamos graderías
A orillas del río
Para ver pasar
El río

                         11

Una nube de algodón dulce
Era exactamente el cielo

                        14

Un cielo nublado
Visto a la intemperie
Era siempre un buen presagio

                      26

Me seguía a todas partes
Era mi mascota cósmica:
La luna

                    42

Hijo mío
Dile a tu madre
Que para el recreo
En el mundo
No olvide empacarte
En lonchera y bolsillos
Suficiente
Risa y piedras
Desenvueltas

                    47

Promesa

Hijo mío
Por mucho que te pudras
Siempre conservaré
El blanco olor
De tus pañales

                    61

La infinita alquimia
Del agua más la tierra
Condenada por la santa
Inquisición de la limpieza

                    76

Madurez

Mis amigos maduraron
Como frutos puntuales a la siega
Y han huido de sus ramas
Los niños y los pájaros
Para siempre
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De Coctel de versos para la mesa 3 (2002):
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POEMA A LO CANCIÓN ROCK MAL TRADUCIDA
        
Hey, nena
No me digas que ya pare
Que ya bien sabes tú
Cuán duro puedo ser
Cuando me provocas
Hey nena
Cuando me provocas
Oh, sí, cuando me provocas
Yeah, yeah, yeah
Cuando me provocas

Y el limpiaparabrisas de mi auto
No secará tus lágrimas de alcohol y yerba
De viernes en la noche de la pista fría
Si quieres rompe la botella
Y hagamos añicos el amor
Y restreguémonos la cara
Y quedemos como el cielo de este amanecer
Ya te lo decía, nena
La soledad salvaje
No alcanza para dos
No no nooooooooooooo
La soledad salvaje
No alcanza para dos
No nena no
La soledad salvaje
No alcanza para dos
Oh no no no no no no no noooooooooooooo

Ese tío vagabundo me lo dijo
Cuando ya no quería bailar rock
Cuando ya no estabas tú:
Vamos, chico, esas perras
Te lamen dulcemente mientras te engullen
Tómate esta pepa y empújala con whisky
Esas zorras te exprimen
Y se van meneando la cola muy felices
Tómate otra pepa y otro whisky
Y abandona ya ese blues
No cantes ese blues
Y ven a bailar conmigo bajo el puente
Mientras llegan nuevas perras
A mear y a follar
Yeah
A mear y a follar

Hey, nena, no trates de detenerme
En el lado oscuro de la luna
Me espera la dama fosforescente
Con lengua de ácido y labios de jengibre
Bailando el rock and roll
Oh, sí nena,
Mi chica de ácido y jengibre bailando el rock and roll
Mi chica de ácido y jengibre bailando el rock and roll
Mi chica de ácido y jengibre bailando el rock and roll

Y recuerda
El amor salvaje
No alcanza para dos
Oh, no, no alcanza para dos
No no no no no noooooooooooooo

Hey, escúchame mamá
No vayas a llorar
Recuerda que ya soy todo un hombre
No pongas nada en mi lonchera
No vayas a llorar, no, no vayas a llorar
Recuerda que aquella vieja gitana me lo aseguró
“Chuquel sorspricia coqual terela”
Sí, y yo lo creo
Yeah, ‘perro que anda encuentra hueso’
Y la soledad no alcanza para dos
‘Perro que anda encuentra hueso’
Y la soledad no alcanza para dos
No, oh no, yeah, no, no, no, no, no
Oh, no no noooooooooooooooo
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GOLOSA GOLOSINA

La bella colegiala
De recién casada
Llega temprano a clase
Y se sienta
Con el pelo aún mojado
Y…
Dios mío
Quizás aún
También el vientre


ROSAMUNDA POECILANTHA

              Yo te llamo por la campiña
              Entre mortiños y céfiros
              Entre balatas y bálsamos
              A través de los valles
              Y susurrante al oído
              Con tus nombres floráticos
              Con las voces de Mutis:

Passiflora Arbórea Passiflora Mollísima Mi Begonia Cornuta pleuróthallis Rubérrima Miconia Ibaguensis Miconia Impetiolaris Var Panderifolia Mi passiflora Lunata Mi clidemia Hirta Mi Conostegia Extintoria Mi clidemia Dentada Miconia Poecilantha Miconia Prasina Miconia Ciliata Passiflora Laurifolia Passiflora Longipes Pasiflora Biflora Masdivalia Caudata Pleuróthallis Caudata Pleuróthallis Cardipilax Miconia Rufescens Miconia Tuberculata Miconia Floribunda Begonia Fischeri Begonia Firrunginea Pasiflora Mariquitensis Mi Clidemia Dentada Mi Begonia Comuta Mi Pasiflora Adulterina Mi Passiflora Biflora Mi passiflora Mustisu Mi Passiflora
Lunata Mi passiflora Mollísima Mi Passiflora Mi Flora Mi Vita Mi Mundis Mi Flora Mi Vita Mi Mundis

            Y por las calles te busco
           Entre el humo y las motos
           Entre el pescado y los gritos
           De los voceadores de prensa
           De los vendedores de frutas
          Con las voces del mercado
          Con las voces del mundo:

Curuba de Monte Curubo Mi Begonia Orquídea Mora Danto Mi Curuba de Monte Mi Choraticos Mi Mora Mi Mortiño Mora Aguanoso Hormigo Curuba de Monte Curuba de Monte flor de la Pasión Orquídea Orquídea Orquídea Mora Llorón Mora Begonia Begonia Curuba de Monte Mi Mortiño Mi Begonia Mi Curaba de Monte Mi Flor de la Pasión Mi Curaba de Monte Mi Curuba de Monte Mi Curubo Mi Flor Mi Fruta Mi Rosa in Vita Mi Rosa in Munda Mi Rosamunda Mi Rosa In Vita Mi Rosa in Munda Mi Rosamunda…


LAPSUS CÁLAMI
(Poema de las Pre-Posiciones)

Contra los muros extramuros de las destartaladas casas de los tugurios
                     y las veredas, como si los mantuviera en pie la fuerza de sus
                     rugidos y de su aliento: La Poesía

Entre los pastizales, confundiéndose su dicha y sus chillidos con el
            canto de los grillos y las luciérnagas las ranas y las estrellas:
            La Poesía

En los prostíbulos, unida a las risas y maldiciones de las putas y los
            borrachos, a ritmo de tango de mambos y de boleros... Ebria:
            La Poesía

De rodillas, en los confesionarios de las desiertas catedrales, gimiendo
            y suspirando como en dulce y dolorosa letanía.. .La Poesía La Poesía

Desde los noticieros de las siete hasta la telenovela del mediodía, por
            Los corredores de la casa, tras los guardarropas de los hospitales,        
            bramando y arrullándose como las olas que van y vuelven
            contra los enhiestos acantilados: La Poesía

Sobre los verdes prados de los cementerios, cual si pretendiera con sus
           aullidos y sus embestidas despertar y desenterrar los muertos: La Poesía

Ante los celestinos espejos de los almacenes los salones y los moteles
          radiante azogada y ciega: La Poesía

Bajo los cipreses, bajo el lúgubre o festivo cielo, lanzados al infinito
            sus gorjeos y sus aleteos, desnuda y emplumada: La Poesía

A la orilla de las polvorientas carreteras, bramando como bestia herida
        o con la mirada perdida y jadeando como un moribundo: La Poesía

Para festejar el triunfo o mitigar las penas, para ir al trabajo o para
          empezar la guerra para todo y siempre y por todas partes y alegre
          siempre:   La Poesía

Con el muñón del pordiosero, con el bordón del ciego o con el cetro de los
         reyes,   humilde y generosa siempre: La Poesía

Según la dirección del viento o la temperatura ambiente, según el tiempo
           según la rabia según la pena o según el verso: La Poesía La Poesía

Cabe la angustia cabe el rencor cabe la humillación cabe la tiranía cabe
          el vacío cabe el dolor cabe la muerte, cuando no La Poesía

Hacia el norte y hacia el sur, hacia el poniente y el saliente, girando en
         espirales como una perfecta máquina como una completa bestia:
         La Poesía La Poesía

Sin prisa sin pausa y sin prejuicios sin razón y sin sentido, siempre y por
          todas partes y por el mundo entero, siempre:
          La Poesía La Poesía La Poesía

FE DE ERRATAS:
                                Donde dice: La Poesía
                                Debe decir: La Poseía




sábado, 25 de junio de 2011

ANTONIO ARENAS BERRIO

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LA MUERTE DE UN CRONOPIO

ANTONIO ARENAS BERRIO


Las aguas del río eran turbias, se observaba una corriente lenta. El día caía y el silencio de las aguas sólo era perturbado por el ruido de una docena de aves que se elevaban, buscando refugio en el ocaso. En un pequeño muelle, las barcazas estaban arremolinadas formando un innegable atasco y poca visibilidad en la orilla. Unas barcas estaban pintadas de fuertes colores, otras de fibra de vidrio y las demás de madera curtida y seca por las asperezas del sol. Había dos restaurantes situados en los extremos del muelle. Se atendían unos clientes, no muchos pues, la hora para almorzar se había terminado. Corría la tarde. El olor del pescado frito se confundía, con el hedor del río. Las moscas en el comedor revoloteaban sin cesar. Las sillas y las mesas daban al lugar la impresión de escaso espacio o mala distribución en la estancia. Un niño y una niña de cabellos rizados, deambulaban de manera juguetona por unos tablones que  se enlazaban con un planchón. Un viejo, arrugado por el tiempo, movía con dificultad unas canecas añiles cargadas de combustible y las montaba en su chalupa formando un arrume, las situaba con gran esfuerzo. El viejo, sin camisa y concentrado en su trabajo; exhibía unos brazos musculosos y unas manos fuertes hechas para el trajín. Sudaba y el agua le corría por la frente y el pecho como una liviana tela, mojando todo su cuerpo. No tendría más de sesenta años. En su rígida cabeza ya mostraba algunas canas. Nadie vio el Caimán, que se deslizó con sigilo, perfidia y cautela. Al instante se oyó un sonido seco y unas mandíbulas que atraparon con rapidez a la chiquilla. El niño miró absorto y con miedo al animal que desapareció velozmente en las aguas oscuras del sombrío río. No cabe la menor duda de que el niño intentó gritar, pedir auxilio, derrumbarse ante tal situación. Es su hermana la que yace en el río y usted se reirá pero, nadie ha visto los Caimanes en el río. El viejo termina de cargar su chalupa y se aleja. Los pocos comensales saborean un delicioso pescado frito con patacón, ensalada y una limonada con hielo sin mucho dulce. El destino de una niña les es indiferente. Ella, es impertinente, vital desconcertante y bulliciosa. La imaginación del Caimán la transfiguró en agua. No hay flores, tortugas, cronopios. El río es un pliegue de fosa común. Las moscas conservan su vuelo en el recinto del comedor y se posan en las sobras de la comida. Una madre, al abrir la puerta de su casa, nota la ausencia de sus hijos, no sabe donde están. Grita atemorizada y desconfiada, sospecha lo peor.

En las riberas del río se vive precariamente; la población es pobre y está condenada a desaparecer. Cerca del río hay un pueblo, celebran las fiestas del réptil. Hay mucho ruido, música y licor. La niña gime desde las insondables aguas. Carajo, ¿Por qué no me ayudan?...







El ruido de las cosas al caer

(A  propósito de la novela de Juan Gabriel Vásquez, Alfaguara 2011)

“Se carece de oídos para escuchar aquello a que no se tiene acceso desde la vivencia”
 Nietzsche


: ANTONIO ARENAS BERRIO

Antonio Muñoz Molina, en su texto: “La realidad de la ficción”, dice que la tarea de escribir, como la conciencia diaria de una persona común, es el imaginar y recordar. Ejercicios que se asemejan y de cuando en cuando se parecen entre sí. La memoria está imaginando, de manera constante, nuestro pasado según los principios de  selección y combinación. Lo imaginario y la memoria nos sirven para comprender las cosas o las pequeñas eventualidades del pasado y así darle coherencia a un destino. Dentro de cada persona hay un novelista que se oculta y en el diario vivir escribe una bibliografía torpe y lujosamente novelada. La novela “El ruido de las cosas al caer”, es esto, una biografía de un hombre, Ricardo Laverde, lujosamente contada y  hace uso de la memoria, el conocimiento ordinario  y  del tiempo para escuchar el sonido de cada cosa al caer. Ruido y desplome son dos metáforas que se ven asociadas cuando se lee esta novela, de Juan Gabriel Vásquez. Hay que reconocer en ella, que cae y que no se  cae.  Se piensa que todo  se derrumba. Es la voz del narrador la que precede y sigue la secuencia del  desplome de las cosas. “Todos los pilotos caen”. Cae un hipopótamo macho de tonelada y media. Cae Ricardo Laverde por los disparos de  sicarios asesinos. Cae la señora Elaine (Elena) Fritts en un vuelo de aviación. Cae Mike el gringo que inicia el tráfico de marihuana  e  instruye a Ricardo en esto. Cae Maya Fritts en la soledad y el olvido. Caen Aura y su hija Leticia. Cae un ministro (Lara Bonilla). Cae un candidato presidencial 8Luis Carlos Galán). Cae la Hacienda Nápoles símbolo del poder del mayor Capo del narcotráfico en Colombia. Cae en la violencia una nación entera y las personas inician  una acometida de  miedo. Cae el joven profesor Antonio Yammara herido por las balas asesinas, en su desesperanza y turbación  sintetiza la impotencia de todos. El miedo y la desesperación son un  elemento catalizador que se asocia las vidas humanas. Pero… ¿Por qué mataron a Ricardo Laverde? Un primer elemento básico de esta novela consiste en descifrar el enigma y luego contar la historia de Ricardo Laverde. Narrar y recordar son nociones paralelas. Ahora bien, Juan Gabriel Vásquez es uno de esos escritores afortunados dentro de la generación mutante y  de la memoria. Digo afortunado, porque su lectura de la realidad es vista desde afuera, un episodio de memoria y visualización de unos sucesos de la ciudad de Bogotá. El acto de recordar y la importancia de objetivar, lo que cae parecen acentuarse en la ficción. Si el texto describe temor, el lector leerá el miedo y la desesperanza en los personajes. Allí están atrapados por el desasosiego y las violencias sutiles. Un hombre joven y con miedo cuenta una historia. He ahí la trama de la novela. Toda novela narra una historia y en la historia deberá suceder algo. Pero no es suficiente que el hombre cuente una historia, es necesario que este hombre caiga y tenga miedo y describa el de su generación veamos:” Allí, mientras aquel actor fracasado se burlaba de mí y provocaba las risas de los transeúntes, pensé por primera vez que mí vida se estaba cayendo a pedazos, y que Leticia (mi hija), niña ignorante, no podía haber escogido peor momento para venir al mundo”.
Existe una relación entre el miedo y la historia contada. Hay un hombre que se vuelve sobre sí mismo y su pasado, que se relaciona con otro hombre.”Este hombre no ha sido siempre este hombre”.  Pensé.”Este hombre era otro hombre antes”. Ricardo Laverde era un piloto que había muerto y había pasado muchos años en la cárcel y que sólo estaba ahí donde se juega billar y que llevaba una vida desconocida. Laverde no ha sido siempre el mismo, hay algo turbio en su pasado, era otro antes de morir asesinado. Sea como fuere, la novela: “El ruido de las cosas al caer”, no es más que una especie de aparejo  literario, un instrumento perfectamente construido, de manera fragmentaria, formando un tejido literario, con cinco capítulos y aproximadamente 259 páginas, acopladas por la voz del narrador en primera persona. Siempre habrá aquí una voz o un yo que narra la acción. Voz intima, voz extraña y lastimera, voz humana que devela el miedo y la angustia. Una voz que remite a un pasado oscuro. No es, entonces, una novela hermosa, hay errores de construcción y frases reiterativas en un estilo fragmentario. No es una obra de arte acabada. No es la mejor novela en la que se enlaza el miedo, el amor y el narcotráfico en nuestro país. No iguala a la novela “Delirio” de la escritora Laura Restrepo, que narra el miedo de una generación en la ciudad de Bogotá. No se asemeja a la novela “La mujer de los sueños rotos” de la escritora Maria Cristina Restrepo, quien narra  los estragos del narcotráfico y el miedo de una generación en la ciudad de Medellín. No iguala el miedo narrado brillantemente por Evelio Rosero, en la genial novela “Los ejércitos”. Esta novela es quizá, un breve resumen de nuestra historia. La novela posiblemente le permite al autor verse a sí mismo en la ciudad de Bogotá y denunciar la falta de memoria de los colombianos. Si no fuera por su nivel narrativo y el narrador en primera persona, esta historia sería una narración de fragmentos dispersos en el horizonte literario. Hay un narrador que controla la historia, se ve a sí mismo en la ciudad y en el espacio en que sucede la acción. El tema del miedo, los recuerdos violentos de nuestro pasado, el amor de varias mujeres, el casete que parece ser la clave del enigma. El  tema del miedo, es aquello de lo que se habla y está constituido por una cantidad de significaciones posibles. ¿Acaso mataron a Ricardo Laverde porque participó en envíos droga al país del norte? ¿Recoger el casete con lo que dice la caja negra del último avión caído, donde pereció su mujer no es la clave de la incógnita? Para que esta ficción se constituya en una obra perfecta y unitaria, debería tener un tema unificado que le permita al lector descifrar el enigma, a no ser que se ensaye un relato nudo como el de la novela “Crónica de una muerte anunciada” donde es el narrador desde afuera quien interpreta ¿Por qué mataron a Santiago? Un lector podría leer cada capítulo suelto y el último se vería como una alusión perniciosa a la edad adulta y al destino final del relato. “Arriba, arriba, arriba.” La postrera fracción de la novela, no aclara su secreto. ¿Por qué lo mataron? y ¿Por otra, si el accidente  de su esposa, Elaine Fritts, fue planeado? La amistad entre Ricardo y Antonio no fue realmente una amistad solida, fue  sólo de unos días y horas de juego y bebida. Un simple compañero de un juego, como el billar. El tema debería ser todo. La lección del miedo de una generación, dos amores (Aura y Maya). Un país y su pasado, los gérmenes del narcotráfico y la condición humana de un inocente profesor de derecho, tienen cierta importancia cuando son acogidos por el lector, en una lectura completa, el lector logra enterarse. Sólo el lector dará validez a la obra y su temática. El miedo se volverá polvo y olvido. Aquí se narra el pasado con la mirada pérdida de los ausentes. Lo que aparece en esta novela es una trama trágica y patética donde el protagonista sufre una desgracia. La voluntad de su protagonista es débil y permeada por el miedo. Antonio, el narrador está lleno de temores  profundos que se exteriorizan en el lector.  No hay carácter en él y el final es abierto y melodramático. El miedo se pinta en el rostro de Antonio Yammara. El miedo aquí tiene muchos ojos. Conviene experimentarlo  algunas veces, para aprender a comprender a los demás que claman ante una vida cruzada por la violencia. Quién ha vivido temeroso no será nunca libre.

Hay que leer la novela como un juego de la memoria, un ejercicio de emociones donde lo más importante es la vida y su valoración. La ficción es el deseo de aprender del pasado cundo todo cae, tomar en serio la vida, es ya una manera de enfrentarse a la violencia.

sábado, 18 de junio de 2011

Juan Diego Velásquez

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Juan Diego Velásquez
Víctor Bustamante

En estos tiempos de baja intensidad en la amistad, Juan Diego da la impresión de ser alguien distinto, sin ningún aspaviento intelectual, más bien toma su amor a la poesía con cierto desden y eso sí con mucha responsabilidad y algo de ironía.
Él ha sido una persona también de cine. Bástenos recordar su presencia en el amado cineclub Ukamau. También ha sido testigo y partícipe de muchas actividades culturales.
Juan Diego mantiene en proceso, desde hace muchos años, un libro que se llama Límites del día, donde apela a cierta asepsia para criticar personajes históricos que ocuparon una idealización casi cristiana, en algunos que pensaban cambiar el mundo con babas y sangre, y ahora han quedado como personas desangeladas y desarmadas de ideologías que asumieron con un dogmatismo insensato.
En este texto Juan Diego los pensó, los bajó de ese cenit, y esos poemas son un testimonio de alguien que desconfió de las ideologías y de las frases reiterativas que se convirtieron en la bazofia y en los epitafios de una generación hoy escudada en la poesía como entretenimiento con una cara hasta rara de falsos misioneros y sí muy costosa para el fisco.
Marx, aquel que odiaba a Longfellow y le decía “negro” por ser un poeta que cortejaba a su hija. El variable Lenin que se acomoda a cada situación y que tiene una frase memorable, puro Maquiavelo, tomada y retomada: “Los amigos sirven mientras se puedan aprovechar”. Frase que sirve a todo tipo de traidores aun aquí en el trópico.
Juan Diego debería publicar pronto ese libro o pasársela corrigiéndolo, como diría alguna vez Alfonso Reyes.
Aquí en esta conversación en dos partes, Juan Diego nos expone sus preocupaciones poéticas y su extraña afición a Julio Flores-Negras.
Poemas
de
Juan Diego Velásquez

TRANSCRIPCIONES 2 DE MAYO



1. 
      El doctor Marx
después de regresar de la biblioteca
con numerosa hojas de anotaciones
saboreó un pedazo de pan con queso
y sé dispuso a la luz de una vela
a redactar la correspondencia al Licenciado Engels:

“Las ideas que se apoderan de nuestra
inteligencia, de nuestra alma, de nuestra
conciencia, son cadenas de las que no es
posible desprenderse sin desgarrarse el
corazón, demonios que sólo pueden vencerse
sometiéndose a ellos.”

Tales palabras han sido tema de polémicas
y algunos llegaron a hacer de ellas
una piedra que quiebra los cristales.
Tan sólo Jenny comprendía y su pezón
recordaba los leves mordiscos que Karl
le brindaba en aquellos momentos cuando los
 sentidos adquirían el valor de sus Teorías.



2.
Se podría decir que el Licenciado Friedrich Engels
era extraño en sus estilos literarios.
En uno de sus escritos abordó la poesía
en tono profético:

              “ Un moreno muchachote de Tréveris,
                 un auténtico monstruo, avanza
                 lleno de ira, como si quisiera
                 asir la vasta Luz del cielo
                 y a puño traerla a Tierra. “


Sin embargo los ensayos condensan las fronteras de sus
pupilas:
“Los tejedores que trabajan en sus casas están doblados
 desde la mañana hasta muy tarde la noche, en tanto que
 el calor de la caldera les seca la médula.”

El Doctor Karl Marx
participaba de las opiniones de su entrañable amigo,
quien puntualmente le enviaba el correo
adjuntando una rosa fresca para su amada esposa
Jenny.

En una de las cartas del Doctor  Karl Marx
se lee la siguiente posdata:

“Mi querido Fred: He cogido tu rosa en la oscuridad
y la he esparcido por el cuerpo desnudo de Jenny;
después me he inclinado para identificar con mis labios
su piel entre los pétalos, a la espera de un cálido
gemido que aprueba mi acierto.”

3.
¿De quién heredó el maestro
Vladimir Ilich Lenin
la emoción del verso y qué lo llevó a escribir
el extenso poema,  “Desde el destierro” ?

La Historia señala que muchos de sus lectores
luchaban entre la nieve por un pedazo de pan
y las tropas zaristas con sus sables manchaban
de púrpura carmín, púrpura escarlata y púrpura violeta
el blanco paisaje ruso.

De donde se deduce que cuando
Vladimir Ilich Lenin
-maestro del pueblo-
escribía:
            “ La flor de la libertad quebrada y deshonrada
               ha sido pisoteada y muerta está por siempre.
                    Los oscuros se fascinan con el Mundo en Tinieblas,                   
               pero en la tierra natal el fruto de esta flor
               ya espera en el subsuelo.”

Lo hacía inspirado en sus lecturas de los grandes guías

proletarios.
Por tanto recurre a la metáfora e incita al pueblo
a tomar las armas y exterminar al Emperador con sus
verdugos.

Es de suponer además que Vladimir Ilich Lenin
líder del Movimiento Bolchevique
tenía en esos momentos poco tiempo para dedicarse
a la intimidad:
por eso su poesía encierra el testimonio
de su acción.

¿ De quién heredó
Vladimir Ilich Lenin
la emoción del Verso ?

Los soldados apoyados en las tesis del Camarada
Lenin
escribían desde sus trincheras:

 “ Amada: La nieve se siente en los huesos, por eso me
    aferro más al fusil. Para derretir este frío y volver
    a tu vientre a recoger otro olor que no sea el de la
    pólvora.”


4.
Nadezha Krúpskaya
llevaba tres días consecutivos
bajo la mirada oficial del Camarada Lenin
Vladimir Ilich Lenin
llevaba tres días consecutivos
bajo la mirara oficial de la camarada Krúpskaya.

Los soldados del Ejército Rojo
llevaban más de tres días consecutivos
aniquilando al Ejército Blanco
bajo las órdenes del Comité Central.

Finalizada la reunión
Nadia en implecable dulzura
guiñó el ojo a Volodia.

Muchos soldados cedieron al cansancio y quedaron
para siempre soñando en futuras estatuas.

Volodia abrió con impaciencia la puerta
y Nadia preparó temblorosa la cama
los soldados Rojos hacían retroceder a los Blancos
las madres hermanas esposas los colmaron de besos
y cuando Nadia explotó en febril imploración
Volodia deseaba rescatar el aire
la ciudad toda parecía estremecer
en un coro coléctivo entonando La Internacional.


5.
“Bien estimada camarada y amiga:

Sé lo doloroso que es la cárcel para un corazón tan
libre como tu piel. Supe que antes del arresto, tu joven amado alcanzó a huir. Aquí ha sido noticia el romance de la Duncan y Esénin. No sabes cuánto me ha conmovido.
De todas maneras ten esperanzas para tu causa y tu amor.

( La carta continúa con un análisis acerca de la crisis en el Partido. Aquí se omite en su totalidad.)
...
algunas inquietudes deseo compartir contigo, así la nostalgia recorra las húmedas paredes de tu vagina; Volodia y yo nos entendemos al respecto, pero su intensa actividad nos impide tenerlo en cuenta. Querida mía, además él es un hombre. He hecho varios razonamientos y el asunto adquiere un valor cultural. Tu simpatía por las masas como pilar fundamental en la lucha política me hace confiar en tus opiniones; porque en los círculos de obreras me es difícil hablar de ello, máxime cuando ellas no buscan traspasar los confines de la producción y procreación.
( La carta en los últimos tres párrafos es intraducible. Lo cual resulta obvio. Rosa Luxemburg, inevitablemente lloraba, una tarde de enero de 1919, cuando el carcelero abrió la puerta. La carta de Krúpskaya sirvió para secarse las lágrimas y volver a tener esos ojos de águila que no teme a las alturas. Ese mismo día fue asesinada. Fue el carcelero quien dio la carta a un joven anónimo que reclamó sus pertenencias. )
                   Siempre tuya,
                                         Nadia. “
6.
A esta evocación
le sumo la camisa azul
que aquí acaricio, al saber que cubría
tu delicada espalda y la cicatriz en ella
ardorosamente dejada por mis uñas.

De los libros ninguno dedicado a mí
-sino al pueblo-rescato la fotografía
que te servía para subrayar las líneas
 que te llevaron a la locura pagando con la vida.

Siempre será para mí un enigma la carta enviada
 por la esposa de Lenin. Nadie más que  tu testimoniaría
mi desgano por el ruso.
Los intentos fueron vanos al tratar de enseñármelo
así me tradujeras en voz alta a Pushkin.
-Esa forma de mover los labios y enroscar la lengua,
alucinaban mis pasiones ya ebrias por el vodka-.


Creo no tener tus fuerzas,
Rosa, amada mía,
no mereciste a un hombre que en estos momentos
piensa más en la herida que han dejado tus piernas,
que en  la causa libertaria.

¿Rosa, quién cercenó tu vida?

Empiezo a empacar de primero tu camisa en mis maletas.
Viajaré por el Mediterráneo
camino a la tierra de Confucio.
Espero me comprendas.
entretén por favor a los Dragones
mientras el opio me invade.
Aquí, amor mío, sin tu presencia,
me es insoportable.